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¿Qué duración tienen las ventanas de PVC?

A día de hoy, los expertos posicionan el PVC como mejor material para las ventanas. Las ventanas de PVC disponen de las características ideales para el aislamiento acústico, a la par que aseguran un fácil mantenimiento y una larga duración. La inercia química que se produce durante la fabricación del policloruro de vinilo, lo convierte en un material extra resistente a los agentes externos como pueden ser la radiación solar, la humedad o el frío. Por ello, las ventanas de PVC tienen una vida útil de entre 35 y 50 años, dependiendo de múltiples factores.

Es imprescindible distinguir que, a diferencia de otros materiales utilizados en ventanas como son la madera y el aluminio, el PVC se mantiene prácticamente intacto a golpes, arañazos y rayaduras, pudiendo ser incluso reciclado hasta 7 veces una vez terminada su aplicación, sin perder ninguna de sus características.

La realidad es que, cuando se trata de la longevidad de las ventanas de PVC, se debe prestar atención al resto de componentes de estas, como son los mecanismos de herrajes, las juntas, las bisagras o los marcos. Suelen ser ellos los causantes del deterioro, mientras que la ventana en sí fabricada con PVC, sigue manteniendo su calidad y cumpliendo su función durante décadas.

Cómo aprovechar al máximo la longevidad de las ventanas de PVC

Gracias a las características del PVC, un paño humedecido y un detergente corriente o jabón neutro son suficientes para que las ventanas queden relucientes. Pero es importante realizar un mantenimiento adecuado de todos los componentes para asegurar mínimo 35 años de utilidad en las ventanas, sin tener que preocuparse de realizar ningún cambio que no sea por deseo propio, modificación del diseño o reforma.

De esta manera, es aconsejable lubricar los herrajes al menos una vez al año y limpiar las juntas de goma con un pincel para conservar su flexibilidad, así como cerrar las ventanas con cuidado sin recurrir a la fuerza. También se deben evitar los productos corrosivos y abrasivos, es decir, nada de amoníaco o estropajos para limpiar las ventanas de PVC, ya que estos podrían rayarlas y dañar su superficie notablemente.

Siguiendo estos simples cuidados, las cualidades del PVC son aprovechadas al máximo y las ventanas de PVC pueden alcanzar los 50 años de vida, siendo versátiles, excelentes aislantes acústicas y térmicas, y aportando un mayor confort al espacio donde se instalan.

Finalmente, teniendo en cuenta tanto la resistencia propia del PVC como su vida útil, siendo un material 100% reciclable, se define una duración de hasta 50 años de vida cuando se trata de ventanas, pero incluso de 100 años o más tras ser reutilizado para otros productos. Por lo que, a la hora de plantearse qué ventanas elegir cuando se busca la mejor calidad-precio y perdurabilidad, las ventanas de PVC resultan una elección sublime.