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Ventanas correderas o abatibles ¿Cuáles debes escoger?

Sabemos que, cuando se lleva a cabo un proyecto de construcción, elegir las ventanas adecuadas puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza. Son muchos los factores a considerar a la hora de decidir si escogemos ventanas correderas o si, por el contrario, nos decidimos por ventanas abatibles.

Estos factores son el gusto personal de cada uno en relación a los acabados, materiales y diseños. La comodidad es otro de ellos, todo depende de las características de tu casa/oficina, por ejemplo, la cantidad de ruido que hay en el exterior de la casa.

Y, por último, también hay que tener en cuenta el precio que tenemos estipulado gastar, pues dependiendo del material, tamaño y otros datos, el presupuesto será mayor o menor.

En base a estas circunstancias, compartimos las ventajas y características de cada una de ellas para que, a la hora de tomar la decisión, te resulte de lo más sencillo.  

Ventanas Abatibles

Una de las características más importantes de este tipo de ventana es su capacidad de adaptación, independientemente del espacio y la estética del edificio. La apertura de éstas facilita la ventilación de cualquier espacio y, además, cuentan con un cierre que protege de las altas y bajas temperaturas de las diferentes estaciones del año. Esto se traduce en un ahorro de energía tanto en calefacción como en aire acondicionado, al mantener los espacios más calientes en invierno y más fríos en verano. Su hermetismo además de posibilitar el aislamiento térmico, también hace posible el aislamiento acústico.

Estas ventanas son aconsejables para espacios que tengan, como hemos dicho anteriormente, una gran necesidad hermética. Podemos encontrarlas en diferentes estancias de hoteles u edificios de oficinas.

La facilidad a la hora de la limpieza en este tipo de ventanas, que se abren por completo, es una ventaja con respecto a las ventanas correderas.

Ventanas Correderas

La característica principal de este tipo de ventana, es que únicamente utilizan el espacio en el que se han instalado al abrirse deslizándose hacia los lados de forma horizontal con una superposición de las hojas de las mismas.  Es decir, no ocupa espacio en el interior al proceder a su apertura – optimización del espacio.

Al tener unos bordes pequeños, la cantidad de vidrio es mayor y, en consecuencia, nos brinda una mayor luminosidad de los espacios. Además, su versatilidad permite la combinación de otros accesorios como pueden ser cortinas, mosquiteras, persianas…

Por otro lado, otra característica de las ventanas correderas es que suelen ser más baratas por su facilidad en relación a la construcción e instalación, lo que supone un mayor ahorro de costes.

Y, por último y no menos importante, al no abrirse las ventanas para dentro, no sobresale ningún pico con el que puedas chocar, siendo más seguras para los más pequeños y no tan pequeños.